Álex Rivera de los Ríos es, además de chef profesional y
traductor de francés, uno de los más destacados narradores arequipeños, es así
que en el dos mil doce ganó el primer lugar en el II Concurso de Cuentos Cortos
organizado por la Universidad Católica San Pablo. Ha publicado una colección de
relatos titulada “Nena”, muy bien recibida por la crítica local.
Señor Álex Rivera, ¿Cómo nace su vocación de escribir?
Decidí ser escritor a
los 16 años. Había leído mucho para entonces. El libro que cambió mi vida fue
"La casa de cartón", de Martín Adán. La literatura, entonces, pasó a
ser lo más importante. El centro de mi vida, puedo afirmar.
Entonces, ¿qué significa para usted ser escritor?
El escritor es quien
lleva a la página aquellas vivencias que no puede realizar en la realidad, aquellos
demonios que no puede exteriorizar sin ser considerado un inadaptado. La verdad
no sé bien qué es ser un escritor. Considera que lo que acabo de decirte solo
es algo retórico. En todo caso, mi concepto de escritor es aquel que debe
escribir para vivir; escribir ficciones que lo mantengan vivo.
En todo caso, ¿cuáles considera que deben ser los principales
atributos de un buen escritor?
Disciplina. Disciplina
en la escritura y en la lectura. Solo eso. Odio a los escritores que hablan de
lo que van a escribir o están escribiendo. Deberían, en lugar de estar hablando
de eso, estar escribiendo. Escribir al menos 4 horas diarias, leer el resto del
día. Luego de eso, no el escritor puede darse el lujo de conocer amigo, viajar,
beber. Generalmente lo escritores no tienen virtudes. Siempre digo que, muy al
contrario de lo que piensan muchos, los escritores son seres abyectos y
despreciables, llenos de complejos y miserias. Me incluyo, por supuesto.
¿El escribir bien no es una virtud?
El escribir bien es
el producto de la disciplina. Pero yo me pregunto: ?Qué es escribir bien? Hacer
párrafos correctos, atrapar al lector, hacer éxitos comerciales? Hay grandes
escritores cuyas formas de escribir son totalmente contrarias, pero a pesar de
eso siguen siendo buenos. Creo que escribir bien es descubrir y ahondar en la
condición humana. Luego de eso, "escribir bien" puede hacerlo
cualquiera.
¿Usted qué busca con su escritura?
Busco muchas cosas.
Descubrirme a mí mismo. Vivir otras vidas. Escapar. Hacer belleza. Matar a mis
demonios, mis traumas. Creo que mi objetivo principal es tratar de escribir
libros parecido a aquellos que me emocionaron, enriquecieron y marcaron. Después
de eso, no sé qué más busco. Uno escribe y ya. Como comer y dormir, es
necesario para vivir. Usted que también es escritor sabrá comprenderme.
Y así es. Pasando a su libro "Nena". Díganos: ¿cómo
fue la gestación de este?
Es una historia
compleja. Antes de Nena había escrito otro libro de cuentos. Lo tenía listo a
los 20 años. Muchos de esos cuentos los leyó y corrigió Edmundo de los Ríos.
Lamentablemente, los tenía guardados en mi computadora. Un día, no sé quién (de
seguro un familiar mío), descargó un programa con virus de Internet y la
computadora falleció. Perdí todo el libro. Me sentí muy triste. Luego murió
Edmundo y dejé de escribir durante buen tiempo. Pero ahora me siento contento.
No debí publicar ese libro, no porque fuera malo, sino porque en ese momento no
tenía nada bueno que decir. Empecé a escribir Nena a partir de que conocí a mi
enamorada, quien me ayudó mucho. Quería hacer un libro de cuentos que no
estuvieran unidos, que solo mostraran distintas facetas de mi personalidad. Un
día los junté, los envíe a Arthur Zeballos y él, para mi gran felicidad, me
dijo que quería publicarlo. Me llevó cuatro años escribir Nena.
Cuéntenos de su relación con Edmundo de los Ríos, ¿cómo
influyó en su obra?
Edmundo es
importantísimo en mi vocación. Me dio muchos consejos, me dijo qué leer y que
no leer, ser humilde y no volverse un intelctualoide. Yo leí su novela sin
saber que era mi tío abuelo. Cuando me enteré, me volví loco por conocerlo.
Cuando logre visitarlo en su casa en Lima, en lugar de decepcionarme por lo
desordenada, paupérrima y loca que era su vida, recuerdo que me dije: "Yo
quiero ser como él". El cuento que le presta el título al libro, Nena,
está dedicado a él, y es una especie de humilde homenaje a su obra.
Luego de haber dado a la estampa "Nena" cuéntenos
cómo ha influenciado esta experiencia en
usted como autor y en su visión de la literatura.
Me ha cambiado la
vida en muchos sentidos. Y para bien, por suerte. A un tipo como yo, que se
considera tímido y casi antisocial, puede parecer muy extraño el hecho de ver
su careta en un periódico, que le hagan entrevistas o que lo inviten a
conversatorios. Es extraño, pero es parte de ser un escritor. Nena me ha
inyectado de fuerzas para el siguiente libro. Quiero que el siguiente libro sea
mucho mejor, que no cometa los errores que cometí en el primero, que sea más
ambicioso. Escribir es lo más importante. Espero que nada me impida cumplir mis
objetivos. Tengo muchas metas. Por otro lado, Nena me ha permitido conocer a
nuevos y valioso escritores, nuevos camaradas en las letras y, sobre todo,
nuevos libros. En Arequipa y, en general, en todas las provincias se está
haciendo muy buena literatura. (Risas)
Y por último ¿qué nos depara el futuro con respecto a la
narrativa de Álex Rivera?
Espero que mi próximo
libro sea una novela. Tengo el argumento, la estructura y hasta el final hace mucho
tiempo. Ahora estoy en el proceso de investigación y de los primeros
borradores. Espero que todo salga bien. Espero, por fin, concretar mi propia
voz. Sin embargo, eso no quiere decir que deja a un lado el cuento. Este género
me ha marcado y no me quitaré el clavo hasta escribir un libro de cuentos que
realmente rocen la perfección, que es el requisito indispensable para su
endiablada construcción. Pienso que este es el siglo de los cuentistas. Me
sorprende confirmar que hoy en día muchos escritores jóvenes se proyectan solo
como cuentistas. Hace quince años eso era imposible. Así que se respiran nuevas
y buenas vibras. Se vienen buenos tiempos y, sobre todo, bueno escritores y
buenos libros.
Muchas gracias señor Rivera por compartir este tiempo con
nosotros y concedernos esta interesante entrevista. Esperamos escuchar más de
usted y le deseamos muchos éxitos.
No, gracias a usted.