miércoles, 6 de junio de 2012

¡Mayo!

Excelente mes. Dos maestros contemporáneos de la novela, el descubrimiento de un uruguayo imprescindible y tres grandes clásicos del siglo XX. ¿Qué me deparará junio?


Desgracia
J.M. Coetzee
Producto de un escándalo sexual con una de sus alumnas, David, abandona su cátedra y su ciudad para irse a vivir una temporada en la casa de su hija, quien vive en una zona rural sudafricana. Un tarde ocurre un suceso trágico que removerá todas las certezas de David y lo hará cuestionar todo cuanto creía sobre lo natural.
Una novela abrumadora y contundente de goce asegurado que explora lo salvaje y los límites de lo racional. Coetzee cumple con lo que todos prometen de él. Realmente extraordinario. Habrá que leer más libros suyos.

No digas noche
Amos Oz
No digas noche cuenta la historia de Teo y Noa, una pareja de israelíes de sesenta y cuarenta y cinco años respectivamente. Teo es un hombre experimentado y ecuánime, mientras que Noa, una mujer activa y apasionada. Ella es profesora de un instituto y a la muerte de uno de sus alumnos se encarga de instalar en su pequeña ciudad un centro de rehabilitación de adicción a las drogas siguiendo el deseo del padre de su alumno fallecido.
Debo admitir que me gustó más La bicicleta de Sumji, deliciosa novelita corta del mismo autor, pero no debo dejar de decir que esta novela es bastante buena, de una sutileza exquisita.


La Trilogía Involuntaria de Mario Levrero
Son tres perturbadoras novelas que mediante la narración de hechos totalmente extraños tratan de explorar la mente de su autor y sus más profundas preocupaciones. Levrero es un gran autor que merece mayor difusión, un extraño entre extraño y un gran intérprete del caos de la mente humana.

La ciudad
Un hombre que acaba de mudar sale a la tienda, en plena lluvia; pero se pierde y no puede regresar a su casa. Un camionero acepta jalarlo un trecho pero termina siguiendo a una mujer que lo lleva a una extraña ciudad donde todas las leyes de la lógica y el trato entre las personas son obsoletas.
Una narración atrapante y misteriosa que, a mi parecer, siendo la más floja de las tres novelas que componen esta trilogía, no deja de ser excelente y de urgente lectura para quien aún no la haya abordado.

El lugar
Un hombre despierta en una habitación a oscuras, pero no recuerda haber dormido ahí. Al tratar de buscar una salida da con una puerta que lo lleva a una habitación idéntica y luego a otra y a otra hasta que la situación va cambiando de a pocos y le ocurren las más extrañas situaciones y encuentra a personajes cada vez más insólitos.
Sin duda la que más me gusto de la Trilogía, reto a quien sea capaz de no leerla de un tirón y totalmente absorto en los sucesos que narra. Chocante manera de sumergirse en el yo.

París
La más rara de las tres. El protagonista llega a París luego de trescientos años de viaje y luego de subir aún taxi cuyo conductor estaba casi momificado y luego de ser arrastrado por una grúa, es internado en una suerte de clínica en la que se sumerge en acontecimientos perturbadores y reveladores hasta llegar a un final que podríamos llamar… no, aún no existe un adjetivo.



El castillo
Franz Kafka
K. llega a una ciudad dominada por un castillo. El será el nuevo agrimensor, pero la ciudad no necesita de un agrimensor. El trata de comunicarse con los señores del castillo para regularizar su situación y poder ser un ciudadano normal de la ciudad, pero todo esfuerzo es infructuoso.
Inmensa narración con infinidad de interpretaciones desde lo social y político hasta lo religioso. Definitivamente inclasificable, inexplicable. Creo que esta obra retorció a la literatura y abrió nuevos caminos.
Precaución: al terminar su lectura uno puede quedar boquiabierto un buen tiempo.


La muerte en Venecia
Thomas Mann
Gustav Von Aschenbach, hastiado, se refugia en una Venecia enferma. En ella reflexiona sobre la belleza pura al ver a un adolescente polaco de nombre Tadzio.
Una increíble reflexión sobre la belleza, con descripciones memorables y un personaje sólido.



La Marcha de Radetzky
Joseph Roth
La decadencia de un imperio contada a través de la decadencia de una familia noble (aunque esta nobleza no sea antigua): los Trotta.
Bellísima novela, de las mejores de su especie. Realmente magistral y cautivante. Una visión de la vida y las costumbres del Imperio Austro-Húngaro y su tiempo. La inevitabilidad de su decadencia y las razones por las que esta ocurre dejarán encandilado a más de uno haciendo que las sinapsis entre sus neuronas aumenten geométricamente durante la lectura de esta obra maestra. Además es sumamente entretenía y atrapante. Hermosa. Hermosa. De lectura obligatoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario